Qué ganamos con (no) utilizar óxido de zinc terapéutico en la porcinocultura

Blog, Cerdos

El juego de palabras del título del artículo es deliberado. La intención es aportar una reflexión inmediata sobre las razones para utilizar la estrategia terapéutica con óxido de zinc (ZnO) y las repercusiones de su posible retirada. No es una pregunta que se deba responder. Sino más una invitación a comprender por qué la retirada del ZnO (y de los antibióticos promotores del crecimiento) es una oportunidad para mejorar el sistema de producción.

Con este telón de fondo, tenemos el interminable debate sobre la resistencia a los antimicrobianos y el papel de la producción animal intensiva en este escenario. Aunque no existen evidencias científicas claras de que el uso de antibióticos por parte de la cadena de producción animal esté implicado en la aparición de bacterias resistentes o multirresistentes en entornos hospitalarios, cuando evaluamos el documento «WHO Guidelines on Use of Medically Important Antimicrobials in Food-Producing Animals» publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2017, observamos un conjunto de cuatro recomendaciones y buenas prácticas para el uso de antimicrobianos en la producción animal:

  1. Reducción del volumen total de antibióticos utilizados;
  2. No se utilizan antibióticos como promotores del crecimiento;
  3. No utilizar antibióticos de forma preventiva (en ausencia de enfermedad);
  4. Reservar, como último recurso, el uso de antibióticos de importancia crítica para la medicina humana para el control de enfermedades y de antibióticos de muy alta prioridad de importancia crítica para la medicina humana para el tratamiento de enfermedades.

La propia OMS, en el mismo documento, reconoce que la evidencia disponible para apoyar las recomendaciones es de baja (recomendaciones 1 a 3) y muy baja (recomendación 4) calidad. Sin embargo, cuando se habla del uso de antibióticos a dosis inferiores a la concentración inhibitoria mínima y durante periodos prolongados, como es el caso de los promotores del crecimiento, tiene sentido considerar al menos la aplicación de la recomendación 2.

Presente con frecuencia en la producción porcina intensiva, la Diarrea Post-destete es un trastorno que aparece en los lechones pocos días después del destete. Se trata de una fase especialmente crítica para el animal, que pasa por una serie de transiciones que repercuten en cambios en la dinámica gastrointestinal y fisiológica, como el paso de una dieta líquida muy digestible y rica en sustancias protectoras, la leche materna, a una dieta sólida con compuestos totalmente no digestibles y sin la protección de los anticuerpos y citoquinas presentes en la leche materna. Además, en esta etapa se presentan situaciones estresantes, como la adaptación de los animales a las nuevas instalaciones, la definición de la jerarquía social en el rebaño, la mezcla con animales de otros orígenes, los procedimientos de vacunación, entre otros. Estas alteraciones desencadenan cambios en el tracto gastrointestinal (TGI) que favorecen la adhesión, colonización y multiplicación de bacterias patógenas en el intestino, especialmente E. coli.

El ZnO se ha utilizado ampliamente y con éxito en las últimas décadas para tratar afecciones entéricas tras el destete. La terapia consiste en utilizar dosis de unas 2.500 ppm de Zn en la dieta de los lechones, mientras que la dosis para cubrir las necesidades nutricionales de la fase no supera las 150 ppm. Sin embargo, dos puntos emergen con importancia en los debates en torno a una posible restricción del uso de ZnO terapéutico:

  1. El impacto medioambiental de los niveles excesivos de zinc en la dieta, ya que el mineral no se absorbe en el intestino y, por lo tanto, se elimina a través de las heces, lo que representa un gran potencial de contaminación del suelo y otros recursos naturales.
  2. Informes sobre el desarrollo de resistencia a determinados antimicrobianos en poblaciones bacterianas de animales sometidos a este tipo de utilización de minerales.

Tras un análisis de riesgos y beneficios en el que se evaluaron los puntos enumerados anteriormente, en junio de 2017, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) decidió retirar las autorizaciones para la comercialización de productos veterinarios orales que contengan ZnO en un plazo máximo de 5 años. La decisión es válida para los Estados miembros de la Unión Europea. Sin embargo, el hecho de que la restricción se base en dos puntos relevantes desde el punto de vista de la sustentabilidad de la cadena (resistencia antimicrobiana y medio ambiente), genera la necesidad de discutir el tema, con especial foco en las alternativas a ser implementadas en caso de una posible restricción al uso terapéutico del ZnO en Brasil, ya sea por reglamentación interna o para atender a un mercado importador.

En cuanto al propio sistema de producción, algunas acciones son fundamentales para lograr el éxito en la retirada del uso terapéutico del ZnO y se centran en un sólido programa de bioseguridad que incluya procedimientos de aislamiento, control del tráfico, higiene, cuarentena, medicación, vacunación, vigilancia, erradicación, auditorías, educación y un plan de contingencia.

Con especial atención a la ganadería porcina, merece la pena reforzar las siguientes acciones en un programa de bioseguridad:

  1. Estructurar la cadena de producción para reducir el número de orígenes y alojamientos, teniendo en cuenta las pirámides sanitarias y la agrupación.
  2. Definición de un programa de vacunación adaptado a la realidad de la explotación o de la región, que incluya la elección de los agentes y de las cepas, el tipo de vacuna, la vía de aplicación, el número de dosis y las precauciones indispensables para el transporte, el almacenamiento y la aplicación de las vacunas.
  3. Calidad del agua suministrada a los animales. Observar la calidad tanto microbiológica como físico-química del agua. En general, la calidad microbiológica del agua se garantiza mediante la cloración obligatoria, con niveles de alrededor de 3 ppm de cloro libre en el punto de consumo de agua más alejado del punto de cloración. En cuanto a la calidad físico-química, se debe observar y, siempre que sea posible, corregir tanto la dureza como el pH del agua. Recordemos que un agua con un pH ligeramente ácido (entre 5,0 y 6,5) es ideal desde el punto de vista zoosanitario, ya que favorece la presentación del cloro en forma de ácido hipocloroso, que es la forma activa contra los microorganismos.
  4. El proceso de limpieza y desinfección de las instalaciones y el equipo debe realizarse con cuidado, eliminando toda la materia orgánica de las instalaciones, incluidos los canalones y los cubos de residuos. Para el proceso de limpieza debe utilizarse un detergente eficaz y, al final, una vez secas las instalaciones y el equipo, debe aplicarse un desinfectante, elegido en función de la situación sanitaria de la explotación.
  5. Para que el proceso de limpieza y desinfección se lleve a cabo en su totalidad, otro punto que debe observarse y planificarse es el alojamiento en el sistema «todo dentro, todo fuera», que permite vaciar completamente la instalación.

Como se ha mencionado anteriormente, los principales factores de riesgo para la aparición de diarrea post-destete son la causa directa o indirecta de un desequilibrio en la microbiota intestinal, que conduce a un predominio de bacterias potencialmente patógenas y desencadena el cuadro clínico característico. Teniendo esto en cuenta, es necesario establecer estrategias para promover un mayor equilibrio en la microbiota intestinal y una superposición de microorganismos potencialmente beneficiosos sobre los patógenos.

Una medida a aplicar es evitar el uso profiláctico de antibióticos en los lechones, tanto antes como después del destete. Hay que recordar que incluso las bacterias con un perfil beneficioso para el huésped son susceptibles a la mayoría de los antibióticos utilizados. El uso preventivo de un antibiótico puede ser uno de los desencadenantes de un desequilibrio más importante de la microbiota intestinal.

El uso de productos con potencial para modular la microbiota y/o controlar las bacterias patógenas en el TGI, tanto a través del pienso como del agua de bebida, es también una estrategia que puede aplicarse para sustituir el uso terapéutico del ZnO. Podemos agrupar los principales productos con este propósito o perfil de acción del siguiente modo:

  • Probióticos: son cultivos simples o mixtos de microorganismos vivos que, administrados en cantidades adecuadas, confieren un beneficio para la salud del huésped. En general, los probióticos actúan 1) modulando o equilibrando la microbiota entérica, 2) manteniendo la homeostasis epitelial y/o 3) modulando las respuestas inmunitarias en el intestino.
  • Prebióticos: suelen definirse como componentes no viables de la dieta que confieren beneficios para la salud del huésped, asociados a la modulación de la microbiota. Actúan 1) directamente sobre la microbiota entérica y/o 2) sobre la pared intestinal, regulando su homeostasis.
  • Simbióticos: son productos elaborados combinando probióticos y prebióticos de forma que ambos actúen sinérgicamente.
  • Fitógenos o extractos de plantas: son compuestos bioactivos derivados de plantas, que pueden ser naturales o sintéticos. Este grupo incluye un gran número de compuestos que pueden tener diferentes modos de acción. En general, actúan 1) directamente sobre los microorganismos patógenos a través de sus propiedades antimicrobianas y/o estimulando los microorganismos beneficiosos, 2) a través de sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, 3) a través de sus propiedades digestivas y/o 4) actuando sobre la homeostasis de la pared intestinal.
  • Ácidos Orgánicos: químicamente, pueden describirse como ácidos monocarboxílicos simples o ácidos carboxílicos unidos a un grupo hidroxilo. Además de estar ampliamente distribuidos en la naturaleza, se producen en la luz intestinal de los animales a través de la fermentación de carbohidratos por la microbiota. Su acción se debe predominantemente a 1) la acción antibacteriana directa y/o 2) el mantenimiento de la homeostasis epitelial.
  • Enzimas: son proteínas biológicamente activas que facilitan la descomposición química de los nutrientes en compuestos más pequeños que son más fáciles de digerir y absorber. Normalmente tratados y discutidos desde el punto de vista de la nutrición animal, ya que mejoran la digestibilidad y la disponibilidad de nutrientes para el huésped, su acción como moduladores de la microbiota es indirecta, basada en la reducción de la disponibilidad de nutrientes para su utilización por los microorganismos de la luz intestinal.

No es posible establecer un programa estándar y universal para este fin. Es necesario evaluar los retos de cada explotación o grupo de explotaciones de una misma región o integración para establecer un programa personalizado. Sin embargo, se puede decir que para controlar eficazmente la diarrea post-destete en un escenario sin el uso de ZnO terapéutico, es necesario elaborar un programa que incluya compuestos que representen a dos o más de los grupos mencionados anteriormente, además de las medidas de bioseguridad ya mencionadas y la no utilización de antibióticos preventivos.

Está claro que, aunque no estemos sujetos inmediatamente a la retirada del ZnO terapéutico de la producción porcina en Brasil, tenemos una interesante oportunidad para mejorar aún más el sistema de producción brasileño desde el punto de vista de la bioseguridad y de la prevención de la aparición de diarreas post-destete y otras enfermedades entéricas, actuando sobre las causas primarias de estos problemas.

 

REFERENCIAS

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  • BURCH, D. The role of zinc in piglet health. PIG PROGRESS. Disponible en línea: https://www.pigprogress.net/home/the-role-of-zinc-in-piglet-health/ Consultado el 16 de mayo de 2022.
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  • GADDE, U.; KIM, W. H.; OH, S. T.; LILLEHOJ, H. S. Alternatives to antibiotics for maximizing growth performance and feed efficiency in poultry: a review. ANIMAL HEALTH RESEARCH REVIEWS. 18(1):26-45. 2017.
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  • WHO Guidelines on use of medically important antimicrobials in food-producing animal. Organización Mundial de la Salud. 2017.
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Ricardo Hummes Rauber, DVM MSc PhD
Vetinova – Salud Animal Estratégica

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Publicado en 04 julio de 2024