Levadura de etanol: La solución natural y sostenible al estrés térmico de las aves ponedoras

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Foto de algumas aves de postura que estão em uma granja. A imagem ilustra o artigo sobre estresse térmico em poedeiras.

El estrés térmico es uno de los principales retos a los que se enfrenta la producción de huevos, ya que afecta significativamente al rendimiento y la salud de las aves ponedoras. Cuando se exponen a altas temperaturas, las aves sufren una serie de cambios fisiológicos que comprometen su bienestar y productividad.

Una de las consecuencias directas del estrés térmico es la reducción del consumo de pienso, lo que conlleva una menor ingesta de nutrientes esenciales para mantener la salud y la producción de huevos. Como resultado, se produjo un descenso tanto en la cantidad como en la calidad de los huevos producidos, con huevos más pequeños y cáscaras más finas.

Además, el estrés térmico provoca cambios en el equilibrio electrolítico y ácido-base de las aves, lo que puede aumentar la mortalidad de la manada. La inmunosupresión causada por el estrés también hace que las aves sean más susceptibles a las enfermedades, lo que pone aún más en peligro la productividad.

Fisiológicamente, las aves no tienen glándulas sudoríparas, lo que les dificulta disipar el calor. Para intentar compensarlo, aumentan su frecuencia respiratoria (jadeo) y favorecen la vasodilatación periférica, redirigiendo el flujo sanguíneo de los órganos internos a la superficie corporal. Estos cambios van acompañados de cambios hormonales, como un aumento de la corticosterona, conocida como la hormona del estrés. El desequilibrio electrolítico, especialmente una caída de los niveles de calcio, es otro factor preocupante, ya que afecta directamente a la calidad de la cáscara de los huevos producidos.

Para prevenir los efectos negativos del estrés térmico, es esencial adoptar medidas de gestión adecuadas. Proporcionar suficiente agua fresca y de calidad, garantizar una ventilación adecuada de la nave para eliminar el aire caliente y utilizar sistemas de refrigeración como nebulizadores y almohadillas refrigerantes son estrategias esenciales.

El uso de aditivos en la dieta, como electrolitos para el equilibrio ácido-base, antioxidantes, vitaminas C y E y minerales quelados, también ayuda a combatir el estrés térmico. La suplementación via dieta con pared celular de levadura de etanol, que tiene acción inmunomoduladora, es una estrategia muy eficaz, especialmente para reducir los procesos proinflamatorios y los radicales libres causados por el aumento de las temperaturas.

El uso de la pared celular de levadura de etanol puede ayudar a combatir el estrés térmico en las aves ponedoras de varias maneras. La levadura de etanol es un inmunonutriente procedente de la pared celular de las levaduras Saccharomyces cerevisiae utilizadas en la fermentación de la caña de azúcar para la producción de etanol, rico en oligosacáridos mananos (MOS) y betaglucanos.

Son muchos los efectos beneficiosos de los betaglucanos y los MOS para mitigar los efectos del estrés térmico:

  1. Modulación de la respuesta inmunitaria: los MOS y los betaglucanos presentes en la levadura de etanol tienen la capacidad de modular la respuesta inmunitaria de las aves. Estimulan la actividad de los macrófagos y otras células de defensa, reforzando el sistema inmunitario. Esto es especialmente importante durante el estrés por calor, cuando las aves son más susceptibles a las enfermedades debido a la inmunosupresión.
  2. Mantenimiento de la integridad intestinal: el estrés térmico puede comprometer la integridad de las paredes intestinales de las aves, lo que aumenta la permeabilidad y la translocación de bacterias patógenas. Las MOS presentes en las levaduras del etanol tienen la capacidad de unirse a estas bacterias patógenas, impidiendo que se adhieran a la pared intestinal y reduciendo la colonización. Esto ayuda a mantener la integridad intestinal y la salud de las aves.
  3. Equilibrio de la microbiota intestinal: la presencia de MOS y betaglucanos favorece el crecimiento de bacterias beneficiosas en el tracto gastrointestinal. Estas bacterias beneficiosas, como el Lactobacillus y el Bifidobacterium, compiten con las bacterias patógenas por el espacio y los nutrientes, ayudando a mantener un equilibrio saludable de la microbiota intestinal. Un intestino sano es esencial para la correcta absorción de nutrientes y para mantener la inmunidad, especialmente durante los periodos de estrés térmico.
  4. Reducción de la inflamación: El estrés térmico puede desencadenar una respuesta inflamatoria en el organismo de las aves. Los betaglucanos presentes en la levadura de etanol tienen propiedades antiinflamatorias, ayudando a modular la respuesta inflamatoria y a reducir los daños causados por una inflamación excesiva.
  5. Mejora la digestibilidad y la absorción de nutrientes: La levadura de etanol contribuye a la digestibilidad y absorción de nutrientes, especialmente minerales como el calcio y el fósforo. Esto es especialmente importante durante el estrés por calor, cuando la ingesta de alimentos se reduce y la absorción de nutrientes puede verse comprometida.

En un estudio realizado en la FZEA-USP (Koiyama et al., 2015), con diferentes inclusiones de levadura de etanol en el pienso de las ponedoras y en condiciones de estrés térmico (temperaturas superiores a 40°C), se observó que las aves suplementadas con levadura de etanol no solo mostraron mejores resultados de producción y calidad de los huevos, sino que también volvieron y mantuvieron mejores tasas de producción tras el periodo de estrés térmico.

Los betaglucanos presentes en las levaduras del etanol desempeñan un papel fundamental en la neutralización directa de las especies reactivas del oxígeno (ROS), actuando como eliminadores de radicales libres y protegiendo a las células del daño oxidativo. Además, estos compuestos son capaces de estimular las defensas antioxidantes endógenas de las aves, activando la expresión de genes relacionados con enzimas antioxidantes como la superóxido dismutasa (SOD), la catalasa (CAT) y la glutatión peroxidasa (GPx). Estas enzimas son esenciales para mantener el equilibrio oxidativo en el organismo de las aves, neutralizar las ERO y prevenir el estrés oxidativo.

Otro aspecto importante para mitigar los efectos del calor es la capacidad de la levadura de etanol para modular la respuesta inflamatoria. El estrés térmico puede desencadenar un proceso inflamatorio en las aves, que está estrechamente relacionado con el estrés oxidativo. Los mediadores inflamatorios pueden estimular aún más la producción de ROS, amplificando el daño oxidativo. Gracias a las propiedades antiinflamatorias de los betaglucanos, es posible reducir la inflamación y, en consecuencia, minimizar el estrés oxidativo asociado a ella.

En conclusión, la levadura de etanol es un aditivo natural versátil que puede desempeñar un papel crucial en la mitigación de los efectos del estrés oxidativo causado por el estrés térmico en aves ponedoras. Sus múltiples mecanismos de acción, que incluyen la actividad antioxidante directa, la estimulación de las defensas antioxidantes endógenas, los efectos antiinflamatorios, el mantenimiento de la integridad intestinal y la mejora de la eficacia alimentaria, actúan de forma sinérgica para proteger a las aves frente al daño oxidativo y mantener su equilibrio oxidativo durante los periodos de altas temperaturas. La inclusión de levadura en la dieta de las aves ponedoras puede ser una estrategia eficaz para minimizar los efectos negativos del estrés térmico sobre la salud y la productividad de las aves.

Por: Fernando Augusto de Souza, zootécnico y jefe de producto de ICC

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Publicado en 03 septiembre de 2024

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